Calendario de eventos

VIAJE DE FIN DE CURSO DE LOS ALUMNOS DE 4º ESO

21.04.2014 11:11

Los alumnos de 4º de ESO van a realizar durante esta semana el viaje de estudios. Este año van a visitar las ciudades de Barcelona y Valencia e irán acompañados por profesores de nuestro centro. Deseamos que todos se lo pasen muy bien durante estos días. Iremos introduciendo fotos del viaje a lo largo de la semana.

SESIONES DE YOGA PARA LOS ALUMNOS DE ESO

04.04.2014 11:46

Durante esta semana los alumnos de ESO han recibido clases de yoga por parte de un especialista que se ha desplazado a nuestro centro. Los alumnos han aprendido técnicas de relajación y ejercicios de flexibilidad.

 

 

LA HORA DEL PLANETA 2014

29.03.2014 12:12

Únete al mundo para proteger el Planeta


Desde hace 8 años, cientos de millones de personas de todo el mundo, empresas, gobiernos y centros educativos unen sus voces en defensa del medio ambiente. Por eso, La Hora del Planeta se ha convertido en la mayor campaña de movilización y participación jamás organizada. En 2013, más de 7.000 ciudades de 150 países apagaron las luces de sus principales monumentos y edificios emblemáticos, enviando así un claro mensaje: los gestos simbólicos pueden generar grandes cambios si conseguimos un compromiso global durante todo el año.

La campaña tomó entonces una nueva dimensión invitando a los ciudadanos a ir más allá y adoptar medidas de ahorro energético durante todo el año. Fue el año de los pequeños y grandes compromisos para crear un modelo de vida más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Fue el año de los retos, de los desafíos y la gran pregunta ¿ Qué serías capaz de hacer para salvar el planeta? Este año WWF plantea un nuevo desafío: vamos a crear una comunidad global interconectada que demuestre que hasta dónde podemos llegar para cambiar el mundo en que vivimos. Queremos que todos, individuos, empresas, ayuntamientos y centros educativos, apuesten por ser más eficientes y autosuficientes en el uso de la energía y promuevan las energías limpias para lograr, de esta manera, reducir el nivel de emisiones de C02 del planeta.

Usa tu imaginación y tus redes sociales para difundir la campaña entre tus seguidores y anímales a hacer los mismo. Cuantos más seamos, más fuerte se oirá nuestra voz..

Que la inspiración de una hora mágica sirva para construir un futuro sostenible.

El próximo 29 de marzo, de 20.30 a 21.30 apaga la luz.
 
 

PRIMERAS MIL VISITAS A NUESTRA WEB

27.03.2014 09:59

Ayer conseguimos las primeras mil visitas a nuestra web; esperemos que en los próximos meses nuestro contador de visitas siga subiendo. Sin duda, esto significa que, poco a poco, la web de nuestro centro va siendo la referencia de toda la comunidad educativa del IES Azahar.

PROBLEMAS DE TRÁFICO EN NUESTRA WEB

22.03.2014 12:26

Al haber superado el tráfico mensual de 1gb en nuestra web, especialmente por las fotos de la semana cultural, la plataforma webnode, donde tenemos alojada nuestra página, nos ha insertado publicidad. Tras haber contactado con dicha empresa, se nos asegura que una vez finalizado el mes de Marzo, volveremos a tener nuestra web libre de publicidad de webnode. Rogamos a todos los que visitais nuestra página, disculpéis las molestias ocasionadas por la publicidad no deseada.

NOS DEJA UN GENIO

03.03.2014 08:28

Tocaor estratosférico, compositor fecundo e imaginativo, tímido pero sublime e infatigable embajador de la cultura española,  Paco de Lucía  fue un músico universal, el guitarrista que refundó el toque flamenco y lo subió a las más altas cimas artísticas haciéndolo crecer y evolucionar y mezclándolo con otras músicas de raíz, como la bossa nova, el jazz o el blues, a las que él llamaba “las músicas de la nevera vacía”.

Payo de nacimiento, pero gitano de alma, Francisco Sánchez Gómez, que ha fallecido repentinamente en una playa de México a los 66 años, aprendió a rasguear la guitarra por pura necesidad, al mismo tiempo que empezaba a hablar, cuando vivía en el barrio caló de Algeciras, La Bajadilla. “Estábamos hambrientos y mi padre no sabía qué hacer para sacarnos adelante”, solía contar. “Los flamencos, como todos los músicos de las músicas de raíz, siempre hemos tenido la nevera vacía”.

Su madre portuguesa, Luzia Gómez, dio nombre a la estirpe. Y su padre, Antonio Sánchez, fue el férreo y emprendedor productor que supervisó la carrera y la revolución flamenca que Paco de Lucía, solo y sobre todo junto a su inseparable Camarón de la Isla, cantaor legendario, montó en los años sesenta y setenta al despachar una decena de discos que marcarían el futuro del flamenco.

Antes de eso, Paco de Lucía fue Paco de Algeciras y formó con su hermano Pepe de Algeciras, luego Pepe de Lucía, dos años mayor que él y cantaor de gran calidad, el dúo Chiquitos de Algeciras, que rompió el molde en un concurso flamenco celebrado en Jerez en 1962. El tocaor de pantalón corto regresó a casa con un premio especial del jurado y un sobre con 4.000 pesetas.


Paco de Lucía, en el Festival de Jazz de Vitoria de 2004. / Rafa Rivas (afp)

Contratados por Antonio el Bailarín, los Chiquitos rodaron una película y grabaron varios discos. Enseguida, el italiano José Greco les echó el ojo y se los llevó de gira a México, África, Australia y Estados Unidos. El flamenco volvía a tomar Nueva York después de que lo hicieran, en plena Guerra Civil, La Argentinita, Pilar López, Sabicas y Carmen Amaya.

En 1966, Paco se enroló en la compañía de Antonio Gades para una gira americana en la que interpretaban la Suite flamenca; allí descubriría el comunismo, la golfería flamenca, Brasil y la bossa nova, que tanto le ayudó a dar un aire nuevo y nuevas armonías al flamenco. Su manera de tocar la guitarra, con las piernas cruzadas y una gran colocación de las manos, volvía locos a sus colegas, según le contó el guitarrista Emilio de Diego a José Manuel Gamboa en un memorable relato: “Paco me hacía cosas maquiavélicas muchas veces, el cabrón. Es que era un monstruo, pero de verdad. Empezaba a hacer cosas que están prohibidas anatómicamente, guitarrísticamente, musicalmente; prohibidas para todos, menos para él”. 

 

Paco —siempre fue solo Paco para sus compañeros de profesión y su legión de seguidores— había aprendido a tocar oyendo en directo a su hermano mayor, que acompañó a los mejores cantaores de la época, y escuchando las viejas grabaciones de Ramón Montoya y de Sabicas, a quien conocería en el restaurante Granada de Nueva York cuando se marchó de gira por Estados Unidos siendo todavía un adolescente imberbe.

Desde América, el gran Sabicas se convirtió en su maestro por correspondencia. La gran influencia en casa fue Manuel Serrapí, El Niño Ricardo, otro prodigio de las seis cuerdas que se quedó en España. El autodidactismo era forzoso en aquellos tiempos. Paco solía recordar que en los tiempos más duros, “los guitarristas se ponían de espaldas cuando tocaban una falseta para que los jóvenes no se las copiaran”.

Tras dar varias vueltas al globo, probar por primera vez a tocar jazz flamenco con Pedro Iturralde y grabar La guitarra fabulosa de Paco de Lucía en 1967, iba a nacer la pareja que cambió para siempre el destino del flamenco, reducido en aquellos años a la categoría de folclore nacional por el régimen franquista y a reducto minoritario y casi insufrible por los interminables y polvorientos festivales andaluces.


El dúo Paco-Camarón fue una fulguración, un momento fundacional para la historia moderna del flamenco y un hito sureño para la música popular contemporánea.

El dúo Paco-Camarón fue una fulguración, un momento fundacional para la historia moderna del flamenco y un hito sureño para la música popular contemporánea. Era 1969, el año en que el hombre llegó a la Luna. De repente, dos jóvenes paupérrimos y semianalfabetos, hijos de la España aniquilada, resucitaron el arte que Falla y Lorca habían dado a conocer al mundo durante la Edad de Plata. Su revolución formal y técnica universalizó por segunda vez la maltratada música flamenca.

Nacidos, no podía ser de otra forma, en la República de Cádiz, uno en Algeciras y el otro en San Fernando, los dos genios flacos llevaban dentro el mismo patrimonio genético artístico y compartían pasiones y virtudes: afinación, invención, una insolencia muy bien educada y buen gusto musical. Grabaron juntos, entre 1969 y 1979, nueve discos magníficos, irreprochables, llenos de fantasía y de creatividad, mezclando nuevas composiciones y géneros inventados como la bambera, con un absoluto respeto —mal comprendido por los puristas— al repertorio heredado.

La imaginación y la magia eran tan abrumadoras que no había hueco para el relleno, y la ironía es que cuando hizo falta rellenar, como fue el caso de Entre dos aguas, una rumbita incluida a última hora por Paco en su disco Fuente y caudal (1973), el descarte se convertía en pelotazo. Gracias al      ojo comercial de Jesús Quintero,      Entre dos aguas apareció como un símbolo de la recobrada vitalidad y del nuevo virtuosismo de un arte muy mal visto por el público y las instituciones. 1975, el año del cambio histórico, arrancó con Paco de Lucía en el número uno de las listas de ventas: el LP despachó más de 100.000 copias y el single, 300.000.

Cada cante de Camarón y cada toque de Paco eran oro molido. Su mezcla, la mejor simbiosis nunca oída entre una garganta y una sonanta desde Antonio Chacón y Ramón Montoya. La separación fue traumática, pero sin exagerar. Camarón grabaría en 1979 con Tomatito  La Leyenda del tiempo,  el disco que dio un salto mortal rockero al flamenco. Y Paco de Lucía retomaría sin mayores problemas su carrera de concertista, en solitario o en compañía de otros.


Paco de Lucía en su gira 'Cositas buenas', en Málaga (2005). / R. Marchante

Tras grabar discos y solos dedicados a clásicos como Falla, Albéniz, Rodrigo o Sabicas, el de Algeciras dio recitales en el Real, La Zarzuela y los mejores teatros del mundo. En 1980 se registró el histórico Friday Night In San Francisco con las guitarras acústicas y eléctricas de John McLaughlin y Al di Meola; y ese mismo año Paco creó el Paco de Lucía Sextet, la formación que durante dos décadas llevaría por el orbe la marca del mejor flamenco mestizo, con instrumentos como el cajón peruano, y de la España más talentosa. Sólo quiero caminar (1981), Live... One Summer Night (1984) y Live in America (1993) siguen siendo hoy referencias imprescindibles.

Oír tocar a Paco de Lucía era un fenómeno entre místico e incomprensible; parecía como si dentro de la guitarra llevara metida una orquesta sinfónica y un Beethoven jibarizado. Fuera del escenario,  el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2004, primero y único de la historia concedido a un artista flamenco,  era un hombre tímido, bromista, anárquico y sencillo.

Tras 40 años de magisterio indiscutible, miles de conciertos y de espectadores asombrados, veintitantos discos y algunos exilios y silencios, el Príncipe de Asturias supuso el gran reconocimiento que su país le debía a Francisco Sánchez. El premio, como él mismo se apresuró a decir, tenía más de un destinatario. Primero, el flamenco, esa música ninguneada por políticos, programadores y otros sordos con mando en plaza. Y segundo, don José Monge Cruz, Camarón de la Isla, cómplice en las tomas de la Bastilla flamencas: “Si me hubieran dado el premio estando él vivo hubiera impuesto de alguna forma que él viniera, lo hubiera compartido con él, me hubiera dado vergüenza ganarlo yo solo”.


Oír tocar a Paco de Lucía era un fenómeno entre místico e incomprensible; parecía como si dentro de la guitarra llevara metida una orquesta sinfónica y un Beethoven jibarizado

Algunos desaprensivos habían intentado enfrentar a Paco con la familia de su amigo a la muerte de este, en julio de 1992, acusando a los Sánchez de haber cobrado derechos de autor que pertenecían a Camarón. La injusta bronca no consiguió terminar con el cariño y la admiración que el tocaor, cantaor frustrado —“el guitarrista que mejor canta soy yo”, decía—, profesó siempre a Camarón. En 2004, al grabar Cositas buenas, su disco número 26, Paco de Lucía recuperó con Javier Limón una vieja bulería del genio de la Isla e invitó a Tomatito a meter su guitarra. Y luego contó: “Los dos llorábamos como tontos oyendo cantar a José. ¡Parecía que estaba vivo y acababa de bajar a tomar un café!”.

Casado dos veces, la primera en 1977, en Ámsterdam, con Casilda Varela, hija del general franquista que culminó la toma de Madrid; y la segunda con Gabriela, una mujer mexicana, Paco de Lucía fue huyendo del ambiente noctívago del flamenco a medida que iba cumpliendo años. Y lo explicaba así: “La noche fue muy importante en una época, nos íbamos a una venta, comíamos un pollo, bebíamos vino y pasaban cosas mágicas. Ahora hay un sentido de la competitividad muy fuerte, la gente se pone muy tensa... La droga ha influido mucho en eso. La cocaína pone a la gente muy nerviosa”.

Entre gira y gira, ya con la nevera llena, el tocaor pasaba largas temporadas en sus casas de Mallorca, Toledo y Tulum, la playa de la península de Yucatán (México) donde solía bucear y donde ayer le visitó la muerte. En los últimos meses, tocó y residió también en Cuba.

La noticia de su fallecimiento prendió como una mecha entre los melómanos y aficionados de todo el mundo. Los diarios internacionales más importantes le dedicaron amplios espacios en sus webs. El fotógrafo suizo-francés René Robert, que retrató al músico docenas de veces en concierto, dijo: “Es un momento duro, se ha muerto demasiado joven. Pero es lógico que le haya fallado el corazón: pese a la aparente facilidad con que tocaba, su arte requería de una concentración extrema, y tratar de mejorar siempre lo anterior debía causarle mucho estrés”.


Paco de Lucía, en un concierto en Paris Grand Rex de 2007. / Stephane de Sakutin (afp)

Maestro primordial, junto al fabuloso y recién retirado Manolo Sanlúcar, de una generación de inmensos guitarristas —Vicente Amigo, Gerardo Núñez, Cañizares, Rafael Riqueni, y tantos otros—, la talla de Paco de Lucía fue reconocida por los mejores músicos de su tiempo. Enrique Morente, que lo admiró en la distancia, dijo esto de él: “Lo ha sido todo. Un gran intérprete y un gran creador de maneras y formas. Y de música también”. Por su parte, Chick Corea tuiteó: "Paco inspiró la construcción de mi mundo musical tanto como Miles Davis y John Coltrane".

Pero Paco de Lucía siempre procuró restar importancia a su gigantesca figura. Una escena de un documental que emitió TVE, rodada en su casa mexicana, en la que aparecía tumbado en una hamaca, resume bien ese intento, fallido, y su humor inteligente: “No se crean nada, lo que hacemos los artistas es estar tirados todo el día”, decía. “Los músicos somos unos chaneladores [cuentistas] que siempre estamos con el rollo de la angustia. El artista sufre, sí, pero más sufre un albañil subido en un andamio de seis pisos un 8 de enero. O Bach, que estaba siempre tieso y cada semana tenía que componer una fuga para la catedral de Leipzig. Y sin calefacción ni comida. Y Van Gogh, el pobre, siempre pelao, y sin oreja. Y hoy los artistas nos creemos algo, unos fenómenos...”.

 

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